Un poquito de bici

Hoy, aprovechando el buen tiempo que ha hecho,  he aprovechado para salir a entrenar un poco con la bici de montaña.
Hacía bastante tiempo que no cogía la bici así que no sabía muy bien qué sensaciones iba a tener. Han sido buenas. Las mismas que desde la última vez que realicé el circuito que tengo costumbre hacer por los Cortados de Rivas.
Tanto en kilómetros, como en tiempo han sido similares, incluso a una velocidad media un poquito mayor.
El trabajo de entrenamiento ha sido, como hasta ahora, de base aeróbica, centrado en el desarrollo de la capacidad aeróbica, con frecuencias cardiacas entre el 70 y 80% de la frecuencia cardiaca máxima, aunque el pulsómetro me ajusta esos parámetros en cada salida, según el estado físico en el que me encuentro y puede variar.

Es bueno alternar contenidos de entrenamiento y actividades, por eso he aprovechado para hacer bici. Es lo que se denomina entrenamiento cruzado.

El entrenamiento cruzado sirve, entre otras cosas, para no cargar en exceso a los músculos y articulaciones al haber variación de incidencia en ellos con las diferentes actividades.
Alternar carrera a pie y bici es muy saludable para las articulaciones, músculos y tendones, al tiempo que se desarrolla la condición cardiovascular y por lo tanto la resistencia aeróbica.
Y si encima es divertido y le añadimos un poquito de barro debido a las últimas lluvias...cócktel perfecto.

Así me entrené: