Esta semana, a pesar de que la meteorología no da tregua, estoy siendo bastante disciplinado y salgo a entrenar. Mi cuerpo lo nota, y se va resintiendo, emitiendo señales como isquios cargados que al alargar la zancada para ir a mayor ritmo parece que se vayan a romper, o gemelos que duelen durante o después del entrenamiento. Todo son señales, el cuerpo habla y hay que escucharlo y hacerle caso de lo contrario estaremos en alto riesgo de lesionarlo.
En el aspecto orgánico, voy bien, sin subir mucho las pulsaciones, y manteniendo buenos ritmos, pero en el aspecto muscular...ahí lo noto. Y es que es fundamental hacer un trabajo complementario de fuerza, que ayudará a mejorar la carrera y evitar descompensaciones. Para las próximas semanas intentaré iniciar el trabajo de fuerza.
Hoy he realizado carrera a ritmo muy suave, sin forzar, para que el cuerpo pueda asimilar el trabajo anterior y así regenerarse.
Este ha sido el entrenamiento de hoy:
No hay comentarios:
Publicar un comentario